La gran naturaleza caucasiana, los picos, sus precipicios, sus torrentes, sus árboles desplomados sobre sus frutos, sus tormentas terroríficas, habían dejado en ella un deslumbramiento nostálgico.
Que, por cierto, habría que explicar que es una condición común de la especie humana, con excepción de etnias caucasianas y nilóticas, esto es, europeos y masais, para abreviar.