Sus besos y abrazos a todas horas; cantarle la conturbada mientras hacia cosquillas en su espalda para despertar la... para dar paso a los primeros quebraderos de cabeza adolescentes...
Filomela llegaba a cantarle sobre su cabeza enmarañada y coronada de pámpanos, canciones que hacían detenerse los arroyos y enrojecerse las rosas pálidas.