A pesar de todo, es necesario; constituye el público de esta comedia humana en que los hombres superiores avanzan hasta las candilejas, buscando su aplauso y su sanción.
También dijimos: ya estamos hartos de los anarcoturistas, hartos de estar bajo las candilejas de la torre de observación internacional, ya hartos de todo el desmadre, y tomamos tomamos tomamos.
Algunas personas esperabanen el anfiteatro y en el patio de butacas, pérdidas entre los sillones de terciopelogranate y la media luz de las candilejas.