Se pasa el caucho por una calandra obteniéndose una película que, con una viscosidad adecuada, se aplica a los tejidos previamente preparados con un mordiente.
La calandra frontal juega con ópticas afiladas y transparencias en metacrilato, mientras que el perfil lateral es mucho más suave que en el modelo saliente.
Las extrusoras se utilizan además para mezclar y granular complejos, para formar preformas para moldeo por soplado y para alimentar otras máquinas, como las calandras.