Son suelos profundos a moderadamente profundos, de textura franco arcillosa a arcillosa, porosos, friables; sus perfiles dominantemente rojizos presentan comúnmente límites difusos entre sus subhorizontes.
Se emplea para remineralizar y drenar, por vía externa a modo de emplastos o cataplasmas espesas y por vía interna en forma de agua arcillosa para beber.