La gran mayoría de las palabras de esta jerga son alteraciones de términos propios del idioma, apocamiento de las palabras originales, adiciones o el uso despectivo de extranjerismos.
La respuesta es sencilla: porque la colonización pedagógica - hija de la dependencia económica y el consecuente apocamiento nacional - nos ha forjado de esa manera.
En general el ser humano no está vivenciando la vida, está pensando en lo que vive, eso nos carga del sentimiento de rutina, hastío, apocamiento, indiferencia, etc..
Por supuesto, pienso en devolver la pero acaba superándome el apocamiento, me falta carácter, y entonces me prometo, y en ese momento me lo creo, que ni una más.