Bolado muestra el perfil bajo de esos infames que dieron luz verde para detener a toda costa a los supuestos revoltosos que amenazaban con boicotear los juegos olímpicos de 1968.
Los teléfonos estaban preparados para transmitir datos, telefax y telefoto, y estaban instalados en 46 centros de prensa situados en los distintos recintos olímpicos.
Únicamente jugadores de la NFL, levantadores olímpicos y sprinters profesionales podrán conseguir dicho objetivo, debido a que dedican su vida profesional al entrenamiento.