Y si encima de mis comeduras de tarro, tengo que aguantar, como tú dices, ruidos, mala educación, conversaciones, whatsaaps del demonio... pues apaga y vámonos.
Como sea, vámonos poniendo las vestimentas, despojémonos de estas cabriolas de humanos contrahechos, en atemporal puesta en escena de los encogimientos.