Cuidando detalles como la ambientación, los escenarios, la banda sonora y los personajes nos transportan a aquellas escenas que vivimos con pánico en nuestra niñez...
No forzosamente la invisibilidad sonora de las palabras, sino otra distinta, y creo que el anacoluto, la elipsis, la interrupción, forman quizás aquello que el film guarda en sí.