Como los directores de escena modernos son listillos por definición, las óperas en las que ponen sus zarpas están llenas de metáforas, prosopopeyas y metonimias innecesarias.
Estos programas ubicados en horarios estelares disputan el rating con enlatados, noticieros, telenovelas o shows emplazados en pantalla con la misma prosopopeya mercantilista.
Puro antropocentrismo, forma inversa de la prosopopeya anterior, consistente, esta vez, en atribuir cualidades humanas (que las tienen, ojo) a los animales.