Pero aun después de terminar con la esclavitud, con los contratos de peonaje abusivos y con el patronato de los menores de color, quedó un tutelaje policial.
En la mayoría de los casos cumplen simplemente el rol de acompañantes, espectadoras o peonajes secundarios frente a los protagonistas masculinos (y este frente siempre confronta a otro inmigrante).