La morbilidad de este fenómeno es todavía desconocida y parece no tener manifestaciones clínicas relevantes aunque es más frecuente entre la población infantil.
Tampoco parece mejorar la calidad asistencial medida con indicadores habituales y no se ha podido demostrar su influencia en variables más duras, como la morbilidad.
Esto explica, en parte, la reducción observada en morbilidad y mortalidad de enfermedad cardiovascular, con el uso de estrógenos durante la postmenopausia.