El taoísmo tiene una jerarquía sacerdotal y una noción de metempsicosis (transmigración de las almas de un cuerpo a otro), con una especie de purgatorio y de infierno.
A esta enseñanza se oponen los sostenedores de la doctrina de la reencarnación (o metempsicosis) y de la doctrina de la apocatástasis (conversión final de todos los demonios y condenados).
Los que carecieron de entendimiento, los que se inspiraron en la mala ciencia, los que transgredieron contra los situados encima de nosotros, se fueron en mala forma, sufrieron la metempsicosis.