Ambas moléculas prosiguen su metabolismo intracelular al continuar perdiendo el metaloide halogenado originando la diiodo y monoiodotirosina para luego liberar yodo y tirosina.
El arsénico es un metaloide de origen natural (aunque existen actividades humanas como la minería y la agricultura que pueden liberarlo) de reconocida capacidad tóxica.
Los elementos que no se pueden clasificar como metales o como no metales; tienen propiedades de los dos grupos y se les llaman metaloides o semimetales.