El fruto está formado por: la pulpa (exocarpio y mesocarpio), el pergamino (endocarpio), la película plateada (testa), la semilla (endosperma) y el embrión.
Esto se resuelve ofreciéndole al depredador una recompensa inmediata: un mesocarpio rico en nutrientes, dulce y (o) con colores llamativos que cubre la semilla.