Desde luego, iniciativas necesarias, que las palabras se las lleva el viento (pero eso ya lo sabíamos) y las novelas se apolillan en los cajones (esto nos desorienta).
Tened vuestros vestidos en un lugar común bajo el cuidado de uno o de dos o de cuantos fueren necesarios para sacudir los, a fin de que no se apolillen.