Prefiero una temperatura suave al paso brusco del frío al calor, más me satisfacen los amores tranquilos que un amour fou que todo lo pone patas arriba.
Amour es un filme muy visual, con una impecable puesta en escena, un meduloso manejo de los tiempos, los silencios, los movimientos de la cámara y los espacios vacíos.