Incluso esa simetría radial evolucionó en dos fases ya que existen equinodermos radiales con solo tres ambulacros dispuestos en forma helicoidal que preceden a las primeras formas pentarradiales.
Las patas terminan en ambulacros bien desarrollados, membranosos, con fuertes escleritos basales y sin uñas, perfectamente adaptados para adherirse a las abejas.